lunes, 16 de enero de 2012

A PROPÓSITO DE UNA ESCACHADA DE ANTONIO MORALES


Siempre que viajo a encuentros y festivales de escritores, me gusta madrugar, sobre todo si me toca compartir habitación con algún extraño. Ese viernes de julio no fue la excepción. Allí me encontraba, en el salón de internet del hotel Génova, en Barranquilla, leyendo mi correo, cuando aparece John Jairo Junieles y ocupa un sitio al lado mío. Después de los respectivos saludos cada uno se concentra en lo suyo, al rato John me muestra la columna de Godofredo Cínico Caspa, personaje que inmortalizara Jaime Garzón, pero que nació de la genial pluma de Antonio Morales. La leí por encima y no le presté ninguna importancia, a pesar de que decía una gran cantidad de majaderías contra el Joe Arroyo, que por cierto, no tenía siquiera dos días de haber sido sepultado. Cerré las páginas que había abierto, me despedí de John y salí a caminar la ciudad antes que se la tragaran los ruidos de la modernidad.

La vaina hubiera quedado de ese tamaño, si una tarde de agosto no llega a mi bandeja de Yahoo un email de Juan Carlos Vega, voz líder del grupo musical Sie Mbule, donde se propone la declaración de persona no grata en Cartagena y toda la Costa Caribe a Antonio Morales.
Sinceramente no creo que debamos llegar a tanto, aunque entiendo perfectamente el dolor y la indignación que siente mucha gente, que al igual que mi amigo Juan Carlos Vega, vieron en el artículo de marras un irrespeto a la figura querida y legendaria de nuestro Joe Arroyo, además de unas afirmaciones racistas absolutamente desafortunadas e impertinentes del periodista, que si no estoy equivocado, es de la capital del Atlántico, pero residente en Bogotá desde hace mucho tiempo.


He leído el artículo varias veces, tratando de darle el beneficio de la duda, pues no puedo entender cómo alguien con la cultura que él posee, se le puede dar por escribir contra el ídolo de un pueblo, y precisamente cuando éste acaba de fallecer. La conclusión a la que llego es que a Antonio Morales, tratando de ser gracioso, le salió el tiro culatero. Escudado en la figura de un personaje de ficción ―un cachaco a la antigua— que hizo famoso el asesinado Jaime Garzón, se le da por arremeter contra el artista, su etnia y toda la gente de este lugar de Colombia, a la que denomina populacho. Nada que hacer, fue un acto vergonzoso, de una ruindad extrema, que estoy seguro el mismo Jaime, siempre irreverente, se hubiera negado a interpretar.

Antonio, fue usted imprudente, indolente, inoportuno, irrespetuoso con todo el país. Sé que hay quienes lo defienden diciendo que usted maneja un humor fino e inteligente, pero en esta ocasión ello no le funcionó. Otros lo patrocinan neciamente alegando que fue sólo una broma porque usted era amigo del Joe. ¡Pamplinas! Yo no quisiera amigos de esta laya, ni creo que nadie desearía que hablasen así de ellos después de muertos.

Usted no se ha puesto a pensar ¿cómo puede estar sintiéndose la familia del Joe con su columna?, ¿y las personas afrodescendientes a las que irrespeta con sus palabras? Olvidémonos de Godofredo, al fin y al cabo, con la muerte de Garzón también se fue su gloria, sino que también utiliza la imagen de otro ser humano fallecido para ocultarse y decir sus sandeces impunemente. Pareciera que lo suyo es el irrespeto a la memoria de los difuntos.

Siga jugando en la política, allí le irá bien, encontrará materia prima óptima, allí hallará poca decencia y muchos desfachatados que no sentirán el menor escrúpulo ante sus ataques y, posiblemente, nadie entenderá ni le importará sus escritos inteligentes, porque cuando se pierde el honor, se pierde la vergüenza.

Yo no voy a apoyar el que usted sea declarado persona no grata por estos lares, ya que hacerlo significa tener los mismos sentimientos con los que usted escribió su trabajo, y pido a mis amigos y coterráneos que ignoren su bellaquería, pues si usted escribe de esta forma para llamar la atención, lo mejor que podemos hacer es desentendernos de sus salidas en falso y continuar con otras cosas más interesantes y positivas, como escuchar la música del Joe, en especial Rebelión, de la cual tanto despotrica "inteligentemente".

Ahora, si por el contrario, usted se escachó y todo le salió al revés de como lo tenía planeado, presente disculpas a los familiares y admiradores del “Centurión de la noche”, igualmente, excúsese con los afrodescendientes de esta nación, que prácticamente somos todos, o se va a dejar engañar por el colorcito de la piel, desconociendo que de la madre África venimos.
¡Ah!, una cosa olvidaba, después de contar en ese sitio web donde usted publicó el dicho artículo, la cantidad de veces que le han mentado la madre, se me ocurre preguntarle: ¿No siente dolor con su progenitora?

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